} Congregación Hijas de la Divina Providencia

 

 

Untitled Document

Van pasando los años, y siempre más se siente la necesidad de tener un punto intermedio entre Calbuco y La Serena. La distancia es de más o menos de 1500 Kilómetros entre las dos casas. En el verano, las religiosas, van a Santiago para frecuentar cursos de perfeccionamiento y se necesita una casa para hospedarlas

Al fin, llega la ocasión: el Padre José Garrido, párroco de la parroquia Santa Rita de Santiago, por medio del Nuncio apostólico Monseñor Baggio, obtiene las Hijas de la Divina Providencia para su parroquia.

El 11 de enero de 1960, parten desde Calbuco para Santiago, las hermanas Sor Maria Verónica y Sor Maria Rita con la joven Miguelina Chávez

El Párroco las espera a la estación, y con su auto las llevas a la casa para ella preparada en calle Larrain, parcela 1.

 

Esta vez, la casa, si bien, no era provista de todo, estaba bien lejos de semejarse a la que habían encontrado en Calbuco: era confortable con su huerta y jardín

Las religiosas tenían que encargarse de la escuela parroquial “Santa Rita”.

No solo la casa la encontraron distinta, sino también el ambiente, y el trabajo mismo en la escuela. Así que la estadía no fue larga.

En Marzo de 1963 dejaron esta escuela para trasladarse a la parroquia de “Lo Negrete” en Avenida Reina Maria.

Largas fueron las búsquedas, hasta que la Madre General Sor Maria Alberta Federici en 1962, habló también con el Cardenal Monseñor Raúl Silva Henríquez, exponiéndole el problema de no tener una casa en Santiago.

Antes de volver a Italia, encargó el asunto también al Padre Ricardo Frigerio barnabita.

En Febrero de 1963, el Cardenal Raúl Silva, habla con las religiosas que vivían en Calle Larrain presentándole su deseo: quiere ofrecer a ellas la escuela femenina que actualmente está funcionando, junta con la sección de hombres, en la parroquia de “Lo Negrete”.

Empiezan las búsquedas de los terrenos para la escuela, y después de haber cotizado varios predios, se compra el terreno colindante con la parroquia que es bastante grande, pero baldío con algunas construcciones de casa y bodegas.

Las religiosas no se desaniman: saben por experiencia, que todo inicio, para que tenga buenos cimientos, tiene que empezar con sacrificios, trabajos, esfuerzos...

En este inicio está presente también la Madre Laurina Antonelli, que en marzo al inicio de la escuela, habla a los apoderados, resaltando el gran amor de las religiosas a ejemplo de su Fundadora, la Madre Elena Bettini, cuyo nombre tomará la escuela que se titulará “Escuela Particular “Elena Bettini”.

También el Párroco, Padre Jorge del Piano, hace notar como la Providencia Divina se ha servido de tantas circunstancias, de tantos contratiempos y que al fin, cuando parecía todo imposible, de la tarde a la mañana surgió el sol de la esperanza que iluminó el corazón del pastor Monseñor Raúl Silva Henríquez que por teléfono había avisado al Párroco que las Hijas de la Divina Providencia se preocuparían de las niñas de su escuela y del barrio. Y la cronista escribe: Tenemos una casa propiedad de nuestro Instituto. Agradecemos al Señor que después de once años de estar en Chile, tenemos una casa propiedad del Instituto y un terreno donde fabricar una escuela toda nuestra.

Los apoderados, entusiastas, prestan sus servicios en arreglar, pintar etc...y las primeras dos salas están pronto listas para recibir a las alumnas.

 




} Congregación Hijas de la Divina Providencia

 

 

Inicios de la
Congregación en Chile



NECESIDAD DE EXPANSIÓN

Untitled Document
 
R E C U R S O S - B E T T I N I A N O S

Historia Congregación en Chile (italiano)

Documento Pdf            
 
 
 
 
 
MUSICA
   
 
 
 
 
 
PRESENTACION
 
 
 
 
 
IMAGENES
 
 
 
 

 

NUEVO CENTRO DE JORNADAS